¿Boda civil o religiosa? Esa es la primera pregunta que lanza un organizador/a de bodas a sus novios. De primeras para La Alquimista Eventos la respuesta no tiene importancia ya que toda boda se traduce en emoción, diversión, romanticismo… y sobre todo amor, ¡mucho amor! Y es que como decía la más grande (sí, estamos hablando de la mismísima Rocío Jurado).  “El matrimonio es la consecuencia lógica de un gran amor”. Claro que sí, Rocío, no podemos estar más de acuerdo.  

Ahora bien, si la respuesta a la primera pregunta ha sido religiosa, entonces en La Alquimista no dejamos pasar por alto el cumplimiento del protocolo propio de este tipo de celebraciones. En este caso hacemos añicos la frase de otro grande, en este caso estamos hablando de Platón, quien comentó un día eso de:  “Dónde reina el amor sobran las leyes”. Lo sentimos, amigo filósofo, pero no todas tus teorías son válidas.

El protocolo (que según la RAE es el conjunto de reglas establecidas por norma o por costumbre para ceremonias y actos oficiales o solemnes) hace que una ceremonia fluya y se le dé la importancia que tiene que tener un matrimonio religioso. Eso sí, si lo que quieres es una boda improvisada, no la vas a encontrar ya que será la iglesia quien marque las normas a seguir. Desde la entrada y salida de los novios, hasta la colocación de los diferentes invitados y testigos. Nada que ver con los eventos civiles, donde la unión tiene bastante menos protocolo así como una menor duración de la ceremonia.

Centrándonos en el tema, en nuestras citas con los novios a la hora de explicar y concretar el protocolo que vamos a seguir en el Día B nos gusta dividirlo en tres focos: la entrada y la salida de los novios, la ceremonia y otros aspectos de suma relevancia. Vamos a explicar las normas básicas para que su cumplimiento sea coser y cantar. 

Entrada y salida de los novios

El mayor consejo que os puedo ofrecer como organizadora de eventos es “no olvidar en ningún momento que los novios son nuestros mayores protagonistas”. Así que la entrada y salida de los mismos al lugar del enlace debe de ser cuidada al más mínimo detalle. Por eso, el primer paso es centrarse en la entrada de los invitados, que serán quienes lleguen en primer lugar. En la invitación debe de estar bien indicado. ¡Lo ideal es que estén sentados unos 30 -15 minutos antes de comenzar la ceremonia! Así nos evitamos cualquier tipo de aglomeración o, peor, que se pierdan la entrada de uno de nuestros protagonistas: el novio. 

Os estaréis preguntando, ¿existen normas en cuanto al orden y colocación en los asientos? La respuesta es sí, aunque no es una cosa muy enrevesada. La regla es fácil: invitados de la novia a la izquierda del altar, invitados de la novio a la derecha del altar (¡siempre mirando desde la puerta de entrada!). Hay que tener en cuenta que los dos primeros bancos de ambos lados se reservan para los familiares más cercanos y testigos. ¡A partir del tercero el resto de invitados podrá sentarse como desee! Aquí os dejo otro pequeño consejo: “reserva mediante carteles los sitios principales”. 

¿Damos paso a nuestros novios? Uno de los momentos más emocionantes es la espera (al lado derecho del altar) del novio de su prometida. Su entrada será dándole el brazo derecho a la madrina. La de la novia, por contraposición, será del brazo derecho de su padrino, situándose a su llegada a la izquierda del novio. La estampa protocolaria que nos debe de quedar en el altar es la siguiente: padrino, novia, novio y madrina. ¡Listos para dar comienzo a la ceremonia!

La salida de los novios como marido y mujer ha dejado de seguir el protocolo original que dictaba que los novios saliesen los primeros, seguidos de los padrinos  y resto de los convocados; siendo actualmente los invitados los primeros en salir  mientras que los novios, padrinos, testigos, etc. firman el acta matrimonial. Después serán recibidos a la salida con aplausos y lanzamiento de arroz, pétalos de rosa o lo que se haya decidido. 

Ceremonia

Toda boda religiosa comienza con la denominada liturgia. Esta es la bienvenida del sacerdote a contrayentes e invitados, una vez que estén sentados los novios y la novia haya dejado el ramo a su lado. Si el enlace incluye misa (que suele ser así) el sacerdote será el encargado de leer el Evangelio.

De manera más esquematizada el rito del matrimonio está estructurado de la siguiente forma:

  • Moción: el sacerdote explica el significado del sacramento del matrimonio.
  • Escrutinio: los novios deben responder afirmativamente a todas las preguntas que les formule el sacerdote.
  • Consentimiento: el esperado “Sí, quiero”.
  • Bendición de anillos y arras: se hace entrega de los anillos con las palabras a tal fin, y el sacerdote bendice el matrimonio.

Como comentábamos al principio, las bodas religiosas dan poco lugar a la improvisación, aunque existen ciertos momentos en los que, por petición previa, podréis personalizar. En cualquiera caso las lecturas elegidas siempre deben de pertenecer al Antiguo y Nuevo Testamento. 

Otros aspectos a tener en cuenta

Música, discursos, vestimenta…. ¿Cuál es el protocolo? Nos repetimos, lo mejor es consultar al párroco o sacerdote que nos vaya a casar, pero en este aspecto el protocolo es relativamente estricto. 

En lo musical, existen iglesias que únicamente permiten música sacra y otras que son más permisivas y admiten otro tipo de géneros musicales, aunque no será raro que os pidan el listado de canciones para hacer un chequeo previo y descartar alguna que no crean adecuada para el momento. 

Los discursos, al igual que en las ceremonias civiles, suelen realizarse por parte de amigos y familiares, pero en este caso serán lecturas del propio Evangelio. Todas ellas se darán siempre al principio, antes de comenzar la misa como tal y después de la bienvenida del sacerdote.

Para terminar toquemos un poco el tema vestimenta. ¿Qué es lo establecido? El protocolo es claro en ese sentido, novias e invitadas, no deben acudir con los hombros descubiertos en el interior del templo. Si es el caso de la novia, deberán cubrirse con el velo. Además, en un principio, es algo que se supone lógico, los vestidos no serán muy cortos en el caso de las mujeres. Por su parte, la forma correcta de vestimenta para el género masculino será  el clásico traje de chaqueta, frac o chaqué. En ambos casos no están bien vistos los pantalones cortos, alpargatas, camisas sin mangas…

Todo esto es un pequeño resumen de lo que los enlaces religiosos conllevan a nivel protocolario. Aspectos que pueden parecer muy estrictos pero que dan sentido y hacen únicas estas bodas. ¿Quieres celebrar una boda religiosa? En La Alquimista te ayudaremos a disfrutar de todas sus normas y protocolos!

La fotografía es de Liven Photography.