Hay muchas razones por las que reunirse en familia,  para que algún miembro de la familia tome la iniciativa de reunir a todos o casi todos los miembros de una familia con el fin de celebrar que tenemos algo que ver en esta vida. Normalmente, siempre hay un motivo justificado como pueden ser las tradicionales bodas, bautizos, comuniones y fiestas de cumpleaños. Luego hay otras veces, las menos, por desgracia, en que a alguien se le ocurre invitar a todos porque sí, porque le apetece ver a esos tíos y primos con los que de pequeño pasaba las Navidades y a esos abuelos que por circunstancias de la vida y este ritmo loco que llevamos, no nos da tiempo ir a la casa donde nos hemos criado a verlos.

Existen familias de dos tipos, las que hacen esto por costumbre y las que lo hacen muy de vez en cuando.

En el primer tipo, es precioso ver en una mesa sentadas diferentes generaciones, 3, a veces incluso 4. Es maravilloso ver como los abuelos miran embobados y se sienten en paz y tranquilos por primera vez en mucho tiempo, a la familia, su familia, la que han construido a lo largo de muchos años y con no pocos esfuerzos. Abuelas cocinando recetas tradicionales, primos que se juntan para poner la mesa todos juntos y que la decoran con mimo para todos. Alguien que de repente saca el mantel de las ocasiones especiales y que trae las flores ,en definitiva detalles especiales.

Luego están el segundo tipo de familias, quizás sea a lo que estamos más acostumbrados, verdad?.  Son los que se reúnen esporádicamente ó en solo en los funerales…

Estos probablemente no cocinen, quizás encarguen la comida, cocinar juntos y para muchos requiere tener confianza con el compañero de cocina.

En este caso, se miran al principio con recelo pensando en qué tengo que ver yo con todos estos.. y en los dos primeros minutos de conversación se dan cuenta que están en casa  de nuevo. Hablan y hablan sin parar para ponerse al día de todo porque quien sabe cuando se volverán a ver.

Y aquí vuelven los abuelos, estos no cambian del primer tipo, siguen mirando con la misma mirada de amor y paz que los primeros, en los dos casos les encantaría poder estar así todos los días, saben del valor de pertenecer a una familia, de tener tu tribu, alguien dijo “ que sentirse  amado profundamente por alguien nos da valor”, en este caso el valor de la familia.

¿Cuál es tu caso?, ¿cualquier excusa es buena para juntarse? Ó por el contrario para que alguien proponga algo en familia ¿ tiene que existir un motivo?.

Si eres de los afortunados primeros, enhorabuena, tienes un tesoro, cuídalo. Si eres de los segundos, estás a tiempo, coge el tlf y marca a es@ prim@ tuyo que hace tiempo tienes ganas de ver, podéis empezar a vosotr@s. Reúne a todos, da igual el lugar ó las circunstancias, lo importante es estar. En un parque, en tu casa, en la de los abuelos, comiendo, cenando o merendando ó simplemente estando todos juntos, mira las caras, observa y grábatelas que lo que ahora tienes es un tesoro.

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