Los nervios al elegir la invitación más original y entregársela a nuestros compañeros de clase, una mesa repleta de sándwiches y medias-noches saladas y dulces, los nervios (otra vez) a la hora de soplar las velas para luego recibir todos los regalos, el momento de locura alrededor de la piñata para ver quién consigue el mayor número de caramelos… ¡Qué tiempos aquellos! 

Cómo se disfruta de la celebración de tu cumpleaños cuando eres pequeño; y qué quebradero de cabeza puede llegar a ser si te toca el papel de organizador/a de la fiesta, sobre todo ahora que se han transformado tanto los conceptos. 

Se acerca el aniversario de nuestro retoño y surgen varias preguntas que os ayudamos a resolver, para que no se convierta en una auténtica pesadilla. 

CUÁL DEBE SER EL NÚMERO DE  INVITADOS

Esta es la primera duda que nos vendrá a la cabeza, y es muy probable que sea motivo de conflicto, sobre todo en edades más avanzadas de los cumpleañeros, ya que tratarán de invitar, si pueden, al colegio entero. 

Una vez pasado el drama lo ideal es pactar una cantidad de entre 12 y 15 invitados máximo. Podéis ceder más, pero sin olvidar lo que significa coordinar y estar atento de un gran número de niños, ¡puede ser un auténtico calvario! Además hay que tener en cuenta el hecho de que cuando hay más invitados, sobre todo cada uno de su padre y de su madre, suelen crearse “grupillos” con la tendencia a no relacionarse entre ellos. 

CÓMO LES TENEMOS ENTRETENIDOS

Me declaro una nostálgica de los pies a la  cabeza, lo que hace que me encanten los juegos de toda la vida, los de siempre. El juego del huevo o manzana en la cuchara, carreras de sacos, el escondite inglés, una pelea de almohadas (en caso de fiestas de pijamas)… De primeras pueden resultar “antiguos”, pero la realidad es que no querrán dejar de jugar nunca.

La animación se hace imprescindible en cualquier tipo de evento infantil – es de hecho una de las claves para preparar una primera comunión para recordar–  ya que hace que los niños jueguen todos juntos. Como sabréis existen empresas especializadas con monitores y actividades adaptadas a todos los gustos y edades que te facilitarán la tarea.

QUÉ HACEMOS CON LOS PADRES

¿Invitamos a los padres? Hacerlo o no va en función de la edad de los niños. Normalmente son bienvenidos cuando nuestra fiesta va dirigida a un público de entre 3 a 5 años. De ahí en adelante los chavales reclamarán su independencia, y esto ya es cosa de cada uno: a algunos se les será concedida y a otros no. Debemos tener cuidado con no interferir en la educación que otros padres les dan a sus hijos, y respetar que algunos progenitores prefieren tener a sus hijos más controlados. No obstante, siempre podemos intentar convencerles asegurándoles que nos haremos cargo de los pequeños… con todo lo que eso conlleva. 

En cualquier caso, tendremos que contemplar el ofrecer un catering adicional o complementario para los adultos que decidan acompañarnos durante la jornada. Para ello, y aunque su fuerte son los eventos más grandes, Brunoise Catering es una de mis recomendaciones. Con ellos la merienda, tanto para grandes como pequeños, será un acierto.

COMBINA LO TRADICIONAL CON LO NOVEDOSO

Una buena merienda, juegos, piñata y, por supuesto, ¡una tarta! Este pack nunca falla, pero no olvidemos que los tiempos cambian, y con ellos, las formas de divertirse. Mi experiencia como organizadora de eventos me ha llevado a descubrir nuevos formatos que, la verdad, son un auténtico éxito y pueden adaptarse a todos los gustos y necesidades. Desde un pequeño picnic en el parque con una cesta individual para cada comensal, pasando por una celebración temática con candybar, globos de lo más originales – de esto La Consentida sabe un rato- y decoración a medida, hasta una fiesta de pijamas en las típicas tiendas indias (tipis). 

Una vez al año no hace daño, dicen. Y eso es precisamente en lo que consiste un cumpleaños, una celebración única de la que solo podremos disfrutar una vez cada 365 días. Así que no escatiméis en ganas ni esfuerzos, aún a costa de acabar molidos…siempre quedará el consuelo de que falta un año para la siguiente…