Llevaba tiempo queriendo escribir sobre el evento corporativo que organizamos el pasado mes de septiembre en la Sierra de Madrid. Por fin he encontrado un hueco entre celebración y celebración para sentarme, recordar esa interesante jornada y contaros todas las actividades y detalles que preparamos para este gran equipo. ¡Aquí os dejo mi relato!
UNA MAÑANA REPLETA DE ACTIVIDADES
Es 23 de septiembre y el sol brilla sobre el valle de Navalmedio, en la Sierra de Guadarrama. Quedamos allí con el maravilloso equipo de Gesurbe, una gestora inmobiliaria que rebosa dinamismo y vitalidad. Al otro lado, Mario y Lucía, la encantadora pareja que llevan Mauna Kea, la empresa de guías de montaña que nos acompañará en esta aventura.
Lo primero es lo primero, y un día en el campo siempre tiene que empezar con un buen desayuno con el que coger energías, además de animar el espíritu. ¡Y quién mejor que La Srta. Scott para dar de comer a todos los reclutas! Su servicio de catering ya es un clásico en La Alquimista Eventos, y sabemos que nunca defrauda. Esta vez no fue menos: bizcochos caseros, zumo recién exprimido, café y unos brioches de mascarpone con lacón.
¡Pelotón, paso al frente! Nos ponemos en marcha llenos de energía para descubrir por nosotros mismos la ruta que nos habían preparado nuestros guías. Optamos por un recorrido circular y con poco desnivel, para que los que no estuviesen acostumbrados a caminar no tuvieran ningún problema. Eso sí, preciosa ya que discurría por el margen del río, es un entorno agradable que facilitó la comunicación entre los miembros de Gesurbe, y donde se mezclaron con total naturalidad los distintos equipos de trabajo.
Mientras caminaban por la montaña, los componentes del equipo de Gesurbe tuvo la oportunidad de relacionarse fuera de el espacio de la oficina. Adiós al ambiente serio y formal de una reunión a media mañana, hola a los rayos de sol entre las ramas, las bromas y el aire puto. A medida que nos internábamos en el bosque sentíamos que la rutina iba quedando lo suficientemente lejos como para poder mirarnos con otro ojos. Los chicos de Gesurbe cada vez lo pasaban mejor, formando diferentes grupos y alianzas imprevistas, sin necesidad de hablar del tiempo frente a la máquina de café.
Cabe destacar la ilusión de los participantes en la actividad, con una actitud fantástica que hizo que todo saliese a pedir de boca. ¡Una de las chicas incluso confesó que el día anterior estaba nerviosa preparando la mochila, como cuando vas de excursión con el cole! Y nos encanta oír eso. Mención especial a Andrés y Eduardo, los responsables de Gesubre, que nos dejaron hacer y deshacer a nuestro antojo, y con los que la sintonía fue estupenda desde el minuto uno.
Una vez finalizado el recorrido, Neus Portas, coach especializada en motivación de equipos, entró en acción, con un inspirador discurso que preparamos a medias con la información que nos transmitieron previamente Andrés y Eduardo. Sus palabras iban encaminadas a mostrar a los participantes trucos para fomentar el trabajo equipo, y herramientas para que todos conozcan un poco más de sus compañeros. Y debo que decir que ‘chapeu’ por Neus, por su manera de transmitir y de llegarle a la gente, y la prueba está en que los chicos y chicas de Gesurbe se volcaron con la actividad y participaron mucho más de lo esperado.
Y ahora sí, una vez terminada la ruta y la presentación de Neus, es el momento de depedirse… ¡no sin antes volver a llenar el estomago! De nuevo La Srta. Scott hace las delicias de los asistentes con un almuerzo compuesto por chapatitas de jamón con tomate, sandwiches variados, fruta fresca, queso en tacos con diferentes tipos de pan y cookies de chocolate caseras. ¿Quién quiere repetir?
En resumen, una mañana para recordar, en la que aprendimos, hicimos ejercicio, entramos en contacto con la naturaleza, pero sobre todo lo más importante, estrechamos lazos entre un grupo de personas que pasan muchas horas juntas pero que quizá se conocía poco, a si mismas y a los demás. Y si algo tienen los eventos de teambuilding es precisamente esto, que son capaces de unir en un momento y lugar a un grupo de personas ajenas unas otras, cuya única característica común es trabajar en la misma empresa, hasta formar un equipo fuete y sólido. Apostamos a que el lunes seremos el tema de conversación delante de la máquina de café. Pero por ahora no hace falta pensar en e lunes, así que… ¡rompan filas!